A VUELTAS CON EL TANATORIO

Se dice, se comenta, se rumorea, que el Ayuntamiento de Telde no se entera de lo que ocurre en el interior de los edificios municipales, como lo es, el Tanatorio Las Rubiesas.

A través de este medio, se enteró de que se daban clases ilegales en su interior.

A través de este medio, se enteró de que no les habían pagado el alquiler durante 13 años (TRECE).

A través de este medio, se enteraron de que "presuntamente" estaban pagando la luz y el agua, que gastaban los titulares de la concesión.

A través de este medio, el contribuyente conoció por imagenes, como se encontraba el interior del tanatorio, medianamente abandonado.

A través de este medio, el contribuyente supo de primera mano, como se trataban a sus familiares fallecidos, en medio de los pasillos.

A través de este medio, se enteraron de la manipulación ilegal de cadáveres.

A través de este medio, se enteraron de que “su” tanatorio se había convertido en un lugar donde ocurrían cosas “clandestinamente”.

A través de este medio, se enteraron de que existía un negocio dentro del tanatorio sin autorización, como lo fue la floristería.

Bien, pues ahora, lo mismo se van a enterar de que en un edificio municipal, “a veces” se encuentran personas trabajando sin estar dadas de alta en la seguridad social. Lo que conllevaría a una grave responsabilidad municipal, si ocurriera algún percance en el interior, como ya ocurrió hace años, que una persona trabajando y sin estar dado de alta, le dio un infarto y lo arrastraron por los pies hasta la calle, para que allí, lo recogiera la ambulancia.

¿Hay alguna inspección del ayuntamiento para que confirme esa situación, o no existe la voluntad política de enfrentarse contra los "amiguetes"?

Ni confirmo, ni desmiento dicha situación, solo digo, lo que se comenta en la calle y que alguien debería vigilar. Además de comunicar, que quien se mueva, no sale en la foto del compromisario-botijo.

Y por si fuera poco, las escuchas situadas dentro de los edificios municipales, me hacen llegar que existe una pequeña discrepancia, en el reparto político del precio acordado sobre la privatización del tanatorio, por lo que se ha pospuesto dicha privatización.